La gente falla al medir las habilidades blandas porque quieren medirlas de la misma manera como lo hacen con las habilidades duras, como ingeniería o finanzas. Están tratando de medir algo equivocado. Cuando nos damos cuenta que las habilidades blandas se tratan de conciencia, podemos empezar a medir la conciencia en lugar de la precisión.
¿Cómo mides la conciencia? Simple. Mide números, por ejemplo, cuántas veces una persona está expuesta a un determinado mensaje.